Maximilien Rubel (1905-1996) ha dicho “no escuchen a los marxistas, lean a Marx”. Uno de los últimos sobrevivientes de la generación de marxistas autónomos o libertarios, amigo de Pannekoek y Korsch. Opositor a la ocupación nazi en Francia, integró el Grupo Revolucionario Proletario desde el que instó a la desobediencia al ejército alemán. Fundador de la revista “Estudios de marxología” se incorporó al Grupo Comunista de Consejos, se especializó en la obra de Marx y desarrollo una edición critica para la Biblioteca de la Pléjade en Gallimard. Apoyó a los movimientos feminista, ecologista y anti nuclear y en su interpretación iconoclasta del pensamiento de Marx valoró aquellos aportes que políticamente lo sitúan cerca del anarquismo.