Marx anarquista

Este libro no es una provocación. La concepción marxiana del poder y su finalidad revolucionaria de acabar con la esclavitud estatal, sitúan a Marx como teórico del anarquismo. Este texto rastrea el posicionamiento libertario de Marx desde sus primeros escritos allá por 1840, hasta los de su actividad durante la A.I.T. (1864-1872). Marx y Bakunin coinciden sobre las cuestiones de principio: el objetivo de la lucha de la clase obrera es la destrucción del capital y del Estado. Se oponen sobre el método a seguir. Cuando este trabajo se editó por primera vez, en la década del 70, las discusiones sobre los fines y los medios del movimiento social hacia su emancipación, eran habituales en el movimiento asambleario en barrios, fábricas, universidades, prisiones. ¿Queda hoy espacio para plantear estas cuestiones en su forma pertinente, vistos los cambios operados en este siglo y medio? ¿Pensar el fin del capitalismo y del Estado? Nuevos fuegos quizá para viejas hogueras que aún deben arder para echar luz en el camino.

$7.500

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Detalles

ISBN

978-987-23777-9-3

Año

2010

Tamaño

20×13

Páginas

130

Acerca del Autor

Louis Janover

Louis Janover (1937), ensayista, traductor, editor francés, miembro de la corriente surrealista sería luego uno de los más cercanos colaboradores de Rubel, co-director de la revista “Estudios de marxología”, director de colección de la Biblioteca de la Pléjade para Gallimard, ha publicado S'il est encore minuit dans le siècle utor (2010) en homenaje a Víctor Serge por ediciones De la noche.

Maximilien Rubel

Maximilien Rubel (1905-1996) ha dicho “no escuchen a los marxistas, lean a Marx”. Uno de los últimos sobrevivientes de la generación de marxistas autónomos o libertarios, amigo de Pannekoek y Korsch. Opositor a la ocupación nazi en Francia, integró el Grupo Revolucionario Proletario desde el que instó a la desobediencia al ejército alemán. Fundador de la revista “Estudios de marxología” se incorporó al Grupo Comunista de Consejos, se especializó en la obra de Marx y desarrollo una edición critica para la Biblioteca de la Pléjade en Gallimard. Apoyó a los movimientos feminista, ecologista y anti nuclear y en su interpretación iconoclasta del pensamiento de Marx valoró aquellos aportes que políticamente lo sitúan cerca del anarquismo.