Un libro cuenta las verdades, mitos y leyendas sobre las bandas que fueron de culto y de las que probablemente no quedan vestigios.
Por Malena Baños Pozzati para Clarín zona sur (20/11/2022).
Eran principios de los 90 y se había forjado, fuerte, una subcultura musical en Zona Sur que pasaba por debajo del radar de las radios y las discográficas, pero se extendía por las calles de Lomas, Avellaneda y Lanús como una epidemia silenciosa.
Sin que todavía se pudiera soñar con una red de información como internet, primaba el boca en boca, algunos flyers y fanzines y nombres de bandas o músicos que tocaban en tugurios, rara vez dejaban registro grabado de sus canciones, pero aún hoy perduran en la memoria de aquellos vecinos curiosos de las últimas década del siglo pasado.
Para que no todo se pierda en el relato oral, gran parte de esa historia fue investigada, organizada y publicada en el libro «Una Lluvia de Escombros: Fragmentos del rock en el Gran Buenos Aires Sur», de Hernán Cortés, periodista de la zona que se propuso chequear aquellos mitos y leyendas musicales con los que creció.
Los Inadaptados es una de las bandas más misteriosas del libro: no se sabe de dónde salieron ni qué fue de sus integrantes.
Los Inadaptados es una de las bandas más misteriosas del libro: no se sabe de dónde salieron ni qué fue de sus integrantes.
El line-up que aparece en la portada adelanta algunos de los nombres que se irán descubriendo en el libro, acaso una cartografía del rock suburbano: Los Inadaptados, Copiloto Pilato, El Lado Salvaje, Pepe Albano y el Reviente, Walter «Ñoqui» Lema, Chiquero, entre otras bandas invitadas.
«En esa época estaba muy en boga el nuevo rock argentino con bandas a las cuales se les prestaba mucha atención como Los Brujos, Babasónicos, Juana La Loca, El Otro Yo, y a la vez yo me iba enterando algunas historias paralelas que no habían tenido suficiente atención», comienza Cortés. Empezó escuchando sobre El Lado Salvaje y la misteriosa desaparición, en el Amazonas Boliviano, de su cantante -todo un ícono del punk sureño- Mónica Vidal…
«Sabía de una banda que había zapado con Nirvana, de Pepe Albano y El Reviente como una especie de Auténticos Decadentes más autodestructivos», enumera el autor sobre aquellos retazos de historias detrás de las que él fue. El desembarco de Internet en la vida de cotidiana de todos le permitió ir chequeando datos, consultando blog especializados, buceando en publicaciones de redes sociales y así el mapa se fue dibujando más claro.
«Había mucha información dispersa. La intención siempre fue destacar el lugar musical de estos grupos, que más allá de sus historias de vida, yo consideraba que tenían méritos musicales para rescatar», analiza Cortés.
Así, el libro comienza con una banda empapada de misterio: Los Inadaptados. Con un nombre profético, este grupo pareció salir de la nada y del mismo modo se evaporó. Era a la vez, difícil de definir: «¿Trotskistas burlones? ¿Proletarios sarcásticos?», se pregunta el autor en un arranque de su libro que deja al desnudo el intrincado proceso de investigación que a veces resulta seguir el rastro borroneado de bandas que no dejaron grabaciones y apenas alguna foto borrosa.
En esa primera aproximación, el autor se ve envuelto en una especie de teléfono descompuesto, pasa de una fuente a otra intentando hallar alguna pista sólida sobre quiénes eran estos Inadaptados y qué pasó con ellos: «Fue una visita por una galería de la primera camada punk que hubo en Argentina».
Cortés se lanza a las calles de Zona Sur enhebrando testimonios de músicos y fanáticos, artículos periodísticos de época, recuerdos fragmentados y agudas descripciones de callecitas, plazoletas, callejones industriales y universidades que fueron marco para amistades que derivaron en música (o vice versa).
«Hay algunas bandas que tenían un aire de familia porque sus integrantes eran amigos. Y el corpus se fue armando solo, a medida que lo exploraba», describe Cortés. Y detalla sobre un fragmento del libro que particularmente disfrutó: «Pepe Albano y El Reviente me pareció que era una historia buena para contar, casi no había información sobre ellos, apenas un disco inhallable, me llamó la atención que nadie haya escrito, eran una especie de mito. Se admiraban mutuamente con los Decadentes».
El proceso de investigación comenzó en 2018, y lo atravesó una pandemia que puso el freno a las entrevistas y obligó a recalcular. Finalmente, el libro fue publicado por la editorial Madreselva a mitad de este año. «El período de encierro me hizo dudar de algunas cosas, del tono de algunas historias. Uno quiere hacer un libro sobre música, pero de pronto había historias bastante fuertes», afirma el autor.
La línea que traza Cortés comienza en 1979 y se entrecruza, como el rock mismo, con la realidad argentina. Entre la dictadura, la primavera alfonsinista y toda la década menemista de fondo con grupos que caminaron el punk, ska, hardcore y hasta el metal, la cumbia, chamamé, el funk y el rap en épocas donde la experimentación estaba desatada y el under permitía, irónicamente, volar alto.
«Mi objetivo principal es que todo aquel que lo lea y por ahí no conozca a las bandas de nada, se sienta motivado a ir detrás de estos grupos», afirma Hernán. Como tirando una botella al mar, el autor espera que, del otro lado, alguien tenga la pieza que falta para completar este complejo cuadro de ese rock que se comentaba en los barrios.
El libro se consigue en cuatro locales de Zona Sur (Sudestada en Lomas de Zamora, Giordano en Lanús Este, El Búho en Monte Grande y Espacio Invisible de Adrogué), además de Internet y las ferias donde el «hágalo usted mismo», así como el punk, no mueren nunca.