El uruguayo Alfredo Errandonea (h) es un referente ético e intelectual de la sociología. Escritor, periodista, dirigente estudiantil y luego profesor universitario; enorme, desordenado, impulsivo y de temible pasión por el debate. Más allá de su extensa labor académica, fue actor o testigo directo de la realidad que analizó. Las próximas generaciones no reciben de su mano solo una pila de trabajos editados, sino y tan importante, una actitud frente a las instituciones, un ímpetu por la Sociología y convicciones libertarias a la hora de definir el rol del hombre y la mujer en la transformación social. A diez años de su ausencia física, la figura del gordo Errandonea persiste como la del prototipo del intelectual comprometido y generoso, militante, de los imprescindibles.