Ya en el prólogo del libro, sus editoras, dan cuenta de sus objetivos y de los problemas que rondan a la bisexualidad: «Invitamos a escribir (y a leer) sobre bisexualidades en un escenario complejo: por un lado, el combate cuerpo a cuerpo contra el neoliberalismo y el avance de la derecha en Latinoamérica apremia; por el otro, nos enfrentamos a las limitaciones que tienen las políticas identitarias y a la gran capacidad del capitalismo para asimilar incluso las identidades más disidentes.» La bisexualidad es un problema en la cotidianidad de la lectura de los cuerpos, los sentimientos, las adscrociones pero sobre todo significa un signo de exclamación y de pregunta hacia el interior del colectivo: «La ausencia de referentes y representaciones bisexuales con las que identificarnos se nos presenta como un problema político. También resulta conflictiva la existencia de agendas activistas dentro del colectivo LGBT que excluyen nuestras prácticas y voces. De hecho, el recorrido que construimos en este libro nos llevó a entender que la aparente ausencia de la bisexualidad en el campo cultural responde, sobre todo, a la jerarquización de las luchas políticas −identitarias− al interior del movimiento de la disidencia (hablemos de poder). En este sentido, es evidente que la supuesta “imposibilidad” o “invisibilidad” de la bisexualidad como identidad política dificultó, históricamente, la constitución de un segmento social con características “en común” y un discurso propio.
Suplemento Soy (Páginas/12), 23 de julio de 2019.