En “Crítica y Clínica”, Deleuze dice que, ante un mundo plagado de enfermedad y síntomas, la literatura se presenta como una iniciativa de salud: “La salud como literatura, como escritura, consiste en inventar un pueblo que falta”. Creo que Pelos y hogares, el poemario trans de Bruno Cimiano, hace esas dos cosas: es médico de nuestras heridas compartidas y, a su vez, reúne a una comunidad que muchas veces falta en la poesía. En la introducción, titulada “Descuerpos y diasforias” se lee la crítica al sistema médico hegemónico: “el mercado me ofrece cientos de productos (…). Me ofrece hormonas, inyecciones,...